El cepillado de dientes en nuestros pequeños ¿Cómo comenzamos?
Cuando ya han salido uno o dos dientes deberíamos cepillarlos un poco. Se pueden usar los cepillos dedal.
Si el niño consume lactancia materna exclusiva, no hay mucho riesgo de caries. La leche materna contiene enzimas e inmunoglobulinas que inhiben el crecimiento de las bacterias que producen caries así que, de hecho, la leche materna previene la caries. La leche materna en realidad hace que se deposite calcio y fósforo en el esmalte. La leche de fórmula para bebés contienen azúcar.
Lo primero que debemos hacer es reflexionar sobre nuestra conducta y rutina en este tema. La mamá, el papá o quien conviva con el pequeño son sus referentes, en quien o quienes el niño se fija, observa e imita y reproduce lo que ve. Esto quiere decir que si el niño no observa éste habito de cepillado al menos al despertar y antes de irse a dormir, será más complicado que adquiera éste hábito. Por lo que debemos revisar en nosotros mismos si cumplimos con ello, para después poderlo transmitir.
Para comenzar a instalar el cepillado de los dientes, qué mejor que aprovechar ese periodo en el que los niños comienzan a llevarse todo a la boca, pues así es como empiezan a conocer el mundo.
Los bebés desde los (5, 6 meses) empiezan a querer morder todo con fuerza porque están por salir los dientes, es un buen momento para ofrecerles un cepillo de silicona para que lo muerdan y se acostumbren a que las cerdas les rodeen las encías. Y como es agradable será más probable que quieran repetirlo, o por lo menos, no lo rechacen.
Un aspecto muy importante, a tener en cuenta es el NO consumo de azúcar por lo menos hasta el año. Si no le damos productos ultraprocesados, si no le agregamos azúcar a las preparaciones que le ofrecemos, si no les ofrecemos zumos, estamos protegiendo su dentadura, y su salud.
A partir del año y hasta los 3, se aconsejo no incorporar el azúcar a menos que sea difícil evitarlo, como por ejemplo si compartiendo la mesa con otros, hay alimentos con azúcar y el pequeño quiere probar por lo menos un poco. En ese caso, le podemos dar un poco y retirarlo de la vista enseguida.
Aquí de nuevo, la importancia de ser modelo: si los adultos y los hermanos, (si los hubiera), consumen agua en vez de refrescos o zumos industriales, es más fácil evitar que el pequeño los consuma.
También es necesario que sepamos hay riesgo de producir caries en los casos que el adulto prueba la cuchara que luego el niño chupa, o sopla su comida, o le da un beso en la boca, lo cual suele suceder; en este caso si el adulto tiene o ha tenido en el último año, si es que la madre presenta caries o tuvo en el último año. De nuevo es importante aquí que el adulto controle su propia salud bucal.
Si tenemos en cuenta estas orientaciones, el lavado antes del año es un momento cortito y lúdico, pero debería existir.
Si llegara a consumir algo con azúcar, a partir del año, sería importante lavar sus dientes un poco. Es una buena opción ofrecerles después de de comer agua, y jugar con los cepillos que tenemos, en los primeros tiempos. Al rededor de los 18 meses podemos explicarles que como comió azúcar, tenemos que lavar un poquito los dientes.
Estos cepillos son otra opción para los primeros tiempos:
Explicar por qué cepillamos nuestros dientes es importante, debemos contarles que ellos también tienen que cepillarse porque comen y hay que limpiarse los dientes. Les mostramos cómo se hace a través del ejemplo realizando nosotros en nosotros mismos el cepillado. Después les mostramos cómo, despacito, con los suyos. Los dejamos probar. Dejamos que paseen por la casa con su cepillo. Que lo dejen por cualquier lado. Luego lo lavamos nosotros adultos para mantenerlo limpio.
Puede que a la mañana no quiera lavarse, dejamos pasar una hora, dos, y volvemos a probar. Si el pequeño se duerme tomando el pecho, es recomendable lavar después de cenar, antes del pecho. Tomarse su tiempo, sin presiones. Pero sí ir creando la rutina y que el adulto también se lave en ese momento con ellos ayuda mucho.
También es importante poner los elementos a su alcance, tener el ambiente preparado.
Antes de ir a dormir, y al levantarse, todos los días, les preguntamos ¿Qué tenemos que hacer antes de dormir/al levantarnos? Si aún no pueden responder o no lo recuerdan, los adultos les recordamos que tenemos que lavarnos los dientes, y los acompañamos. Es importante transmitirles que el lavado tiene que suceder, que no podemos no hacerlo, que ellos pueden hacerlo solos y luego nosotros terminamos ayudándolos un poquito, generalmente, por lo menos, hasta que tengan 3 años. Tal vez si hemos realmente practicado el hábito y supervisado responsablemente, y el niño ha adquirido habilidad con su motricidad fina, podemos ir dejando que lo hagan solos por su cuenta.
No es recomendable utilizar pasta dental antes de los 2 años. Y a partir de los 2 años, si el niño lo solicita (porque nos ven a nosotros usarla), solo un puntito de pasta.
Los que nos interesa, es instalar un hábito que ellos entiendan que es necesario para su salud y que lo interioricen. Para eso, lo adecuado es que no haya retos ni castigos, ni premios por lavárselos. Nos lavamos los dientes para cuidar nuestra salud y se realiza siempre.
Si algún día están muy dormidos, ha tenido una rabieta, si es una situación especial y no quieren lavárselos, podemos hacer una excepción para no empeorar el clima y que no terminen interpretando el lavado como algo negativo. Pero que las excepciones sean eso, excepciones, que la regla sea el lavado. Si estamos seguros de la importancia del hábito, es más fácil transmitirlo en nuestras palabras y acciones, y lograr que suceda.
El cepillado de dientes en nuestros pequeños ¿Cómo comenzamos?
Cuando ya han salido uno o dos dientes deberíamos cepillarlos un poco. Se pueden usar los cepillos dedal.
Si el niño consume lactancia materna exclusiva, no hay mucho riesgo de caries. La leche materna contiene enzimas e inmunoglobulinas que inhiben el crecimiento de las bacterias que producen caries así que, de hecho, la leche materna previene la caries. La leche materna en realidad hace que se deposite calcio y fósforo en el esmalte. La leche de fórmula para bebés contienen azúcar.
Para comenzar a instalar el cepillado de los dientes, qué mejor que aprovechar ese periodo en el que los niños comienzan a llevarse todo a la boca, pues así es como empiezan a conocer el mundo.
Aquí de nuevo, la importancia de ser modelo: si los adultos y los hermanos, (si los hubiera), consumen agua en vez de refrescos o zumos industriales, es más fácil evitar que el pequeño los consuma.
También es necesario que sepamos hay riesgo de producir caries en los casos que el adulto prueba la cuchara que luego el niño chupa, o sopla su comida, o le da un beso en la boca, lo cual suele suceder; en este caso si el adulto tiene o ha tenido en el último año, si es que la madre presenta caries o tuvo en el último año. De nuevo es importante aquí que el adulto controle su propia salud bucal.
Si tenemos en cuenta estas orientaciones, el lavado antes del año es un momento cortito y lúdico, pero debería existir.
Si llegara a consumir algo con azúcar, a partir del año, sería importante lavar sus dientes un poco. Es una buena opción ofrecerles después de de comer agua, y jugar con los cepillos que tenemos, en los primeros tiempos. Al rededor de los 18 meses podemos explicarles que como comió azúcar, tenemos que lavar un poquito los dientes.
Explicar por qué cepillamos nuestros dientes es importante, debemos contarles que ellos también tienen que cepillarse porque comen y hay que limpiarse los dientes. Les mostramos cómo se hace a través del ejemplo realizando nosotros en nosotros mismos el cepillado. Después les mostramos cómo, despacito, con los suyos. Los dejamos probar. Dejamos que paseen por la casa con su cepillo. Que lo dejen por cualquier lado. Luego lo lavamos nosotros adultos para mantenerlo limpio.
También es importante poner los elementos a su alcance, tener el ambiente preparado.
No es recomendable utilizar pasta dental antes de los 2 años. Y a partir de los 2 años, si el niño lo solicita (porque nos ven a nosotros usarla), solo un puntito de pasta.
Los que nos interesa, es instalar un hábito que ellos entiendan que es necesario para su salud y que lo interioricen. Para eso, lo adecuado es que no haya retos ni castigos, ni premios por lavárselos. Nos lavamos los dientes para cuidar nuestra salud y se realiza siempre.
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