QUÉ ENTENDEMOS POR DUELO
El duelo aparece tras la muerte de un ser querido y dura un tiempo limitado.
Se caracteriza
por un conjunto de síntomas: tristeza, apatía, desorientación,
inseguridad, culpabilidad, negación, …
que en el transcurrir de los días, van remitiendo y la persona consigue de nuevo
reconstruir su mundo y adaptarse a la vida cotidiana.
Esto ocurre así normalmente y sólo en ocasiones desencadena en un grave problema que necesita la intervención de un especialista.
Unas culturas
preparan mejor que otras para enfrentarse al momento de la muerte propia o de
los seres queridos.
Las creencias
de las diferentes culturas, como todos sabemos, pueden ser divididas en dos
grandes grupos:
- Los que piensan que la muerte es
el término de todo ser vivo, como una parte más del discurrir de la vida y
- Los que piensan que detrás de la muerte humana existe una prolongación de la vida (el cielo, el nirvana, el paraíso, la reencarnación en otro ser,…)
Cuando nos toca la dolorosa tarea de asumir y comunicar el fallecimiento de un ser querido y expresar nuestros sentimientos a los hijos pequeños tenemos que ser honrados con nuestras propias creencias.
QUÉ HACER
Y QUÉ NO HACER
CUANDO SUFRIMOS LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO
Haber
hablado previamente del hecho de morir según nuestras creencias.
Comunicar
con prontitud el fallecimiento y cómo
ocurrió.
No
caer en contradicciones para hacer más llevadero el duelo.
Preguntar
al niño si desea acudir a los rituales fúnebres propios de la comunidad.
No
apartar a los niños de la familia a ser posible.
Apoyarse
en los adultos cercanos y conocidos de la familia.
Continuar el ritmo de vida familiar en cuanto sea posible.
Grupo de trabajo EATs - Curso 2005/06
C.P.R. Mérida
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