Os dejamos unas orientaciones para iniciar el proceso de control de esfínteres.
Primero, debemos tener en cuenta algunas CONSIDERACIONES PREVIAS:
La mayoría de los niños/as consiguen el control diurno entre los dos y los tres años. Hacia los cinco años, ya habrán conseguido el control nocturno.
Hay que tener en cuenta que un 18% de los niños/as va a necesitar ayudar en este logro tan importante.
En caso de niños con necesidades educativas especiales el dominio de esta habilidad se puede alargar en el tiempo dependiendo de la situación individual:
- Demora del desarrollo neurológico.
- Una forma de expresar tensión y ansiedad. Un niño sometido a presiones familiares, puede tardar más en adquirir el hábito.
- Exceso de castigos en la enseñanza del control de esfínteres.
- Puede ser también por infecciones, presión muscular o inhibición de los reflejos, por lo que es preferible crear un ambiente agradable para el aprendizaje de estos hábitos.
¿Cuándo es el mejor momento?
1. Identifica conceptos como “sucio”, “mojado”, “húmedo”, “seco”, “arriba!, “abajo”, "pipí", "caca"...
2. Identifica partes del cuerpo.
3. Se nota incómodo cuando tiene el pañal sucio: llora o se queja.
4. Se recomienda aprovechar el buen tiempo, ya que la ropa que utilizamos durante el verano es más ligera.
5. Permanece más tiempo con el pañal seco.
6. Siente curiosidad e interés por utilizar el WC o el orinal.
7. Tiene adquiridas ciertas destrezas motoras:
★ Puede dar pequeños saltos.
★ Puede bajarse los pantalones
★ Mantiene equilibrio sin dificultad...
¿Cómo puede la familia ayudar en este proceso?
1. Definir claramente qué queremos.
2. Acompañar siempre al niño/a y enseñarle cómo debe hacerlo. Podemos mostrarle cómo lo hacemos nosotros, sus hermanos...(modelado)
3. Propiciar un ambiente tranquilo, relajado y comprensivo. Se permiten “fallos” durante el aprendizaje.
4. Es recomendable que el control nocturno se inicie una vez que se controla bien durante el día.
5. Evitar siempre etiquetar a nuestro/a hijo/a.
6. Recordar que cada niño tiene su propio ritmo. Lo mejor es confiar en el desarrollo normal de nuestro hijo/a, estimular con refuerzos cuando lo consiga, no exigir ni castigar cuando tengan algún "fallo".
7. Puede ser bueno llevar a cabo un registro con las horas a la que hace pipí y caca durante una semana, así controlaremos el tiempo que aguanta.
8. Empezar el programa de entrenamiento quitándola el pañal y poniéndolo en el WC u orinal a cada ratito. No desistir y perder la paciencia si los primeros días hay que cambiarlo constantemente. Intentar no volver a poner el pañal.
9. Conseguir en el niño buenos hábitos de higiene personal requiere, por parte de los padres, mantener una rutina, orden y horarios fijos, que les permitan automatizar el hábito que queremos conseguir , y, con ello, una mayor autonomía.
Cuentos que ayudan en el proceso.
Comentarios
Publicar un comentario